La Provincia
Aliviaron la dolencia que padecía hace tres años

Una paciente manifestó su agradecimiento por el tratamiento que recibe desde la salud pública

El abordaje que se le brinda es multidisciplinario entre los equipos del Hospital Distrital Número 8 y el Hospital de Alta Complejidad “Presidente Juan Domingo Perón”.

Caren Jara, es una vecina de 28 años que vive en el barrio Eva Perón de la ciudad de Formosa. Ella agradeció al Gobierno provincial por el tratamiento que le brindan actualmente en el Hospital Distrital Número 8 “Eva Perón”, y en el Hospital de Alta Complejidad “Presidente Juan Domingo Perón”, quienes le permitieron sentirse mejor y aliviar su dolencia.

Desde hace aproximadamente tres años, la joven sufría de recurrentes apariciones de nódulos inflamatorios. “Me comenzaron a brotar como unos granos en distintos lugares del cuerpo, como la ingle, las axilas, el pecho y cuando estaba muy dolorida me acercaba a la guardia del Hospital Distrital Número 8”, comentó.

“Ahí me medicaban algo, más que nada para calmar el dolor, pero luego otra vez me pasaba lo mismo, me volvían a aparecer, supuraban y sinceramente, me hacía doler hasta los huesos”, recordó con angustia.

Seguidamente, valoró que después de muchos episodios se decidió a consultar a un médico clínico a través de los consultorios externos del nosocomio y desde allí fue derivada al servicio de dermatología, donde le realizaron varios estudios hasta que fue diagnosticada por hidradenitis supurativa.

“Como no tengo obra social me hicieron la gestión para el medicamento que me indicó la dermatóloga, a través del servicio social; y me están aplicando unas inyecciones cada 15 días, es decir dos veces por mes”, contó.

Puso de resalto que, en ese nosocomio, es tratada a su vez por un equipo interdisciplinario “una nutricionista, una psicóloga que en todo este tiempo me ayudó mucho y un médico clínico”.

Y agregó que, además, fue derivada al Hospital de Alta Complejidad, donde le hicieron ecografía Doppler y otros estudios; “y me atienden en el servicio de infectología porque también me diagnosticaron con tuberculosis latente pero ya me medicaron y estoy en tratamiento para eso”, mencionó.

“Realmente estoy sintiendo mucha mejoría y sobre todo menos dolor que es muy importante para mí”, remarcó Jara.

Mientras reiteró su agradecimiento a los equipos de salud de ambos efectores sanitarios, “por todo lo que están haciendo por mí. Yo no cuento con obra social y pude conseguir la medicación por medio de las gestiones que hizo el servicio social del Hospital Distrital Número 8”.

Desde su experiencia, dejó como mensaje que si alguna persona tiene algún problema de salud, que se acerque allí o al centro de salud u otro hospital cercano a su casa, “donde le van a dar una respuesta y una solución”.

¿Qué es la hidradenitis supurativa?

Acerca del caso, se refirió la médica tratante, la especialista Mónica Duarte, jefa del servicio de dermatología del Hospital Distrital Número 8, quien explicó que la hidradenitis supurativa es una enfermedad poco conocida por las personas en general pero muy frecuente.

“Es una enfermedad crónica, cada vez más frecuente y muy complicada. Se caracteriza por brotes recurrentes de lesiones tumorales inflamatorias, grandes, rojas, dolorosas, que pueden o no supurar pus o sangre y que usualmente aparecen en axilas, ingle, glúteos, genitales, mamas pero también pueden presentarse en otras zonas”, describió.

“Son de reiterada aparición y generalmente los pacientes acuden a la guardia cuando ya no toleran el dolor porque, por ejemplo, no pueden levantar los brazos, no pueden caminar, no pueden tener relaciones sexuales, no pueden trabajar. Allí se les inyecta antibióticos, más analgésicos y corticoides para aliviar el dolor, pero después vuelven los brotes al mes, dos meses, tres meses y a medida que supuran van dejando cicatrices en forma de cordones”, amplió.

Dio a conocer que el diagnóstico lo establece el dermatólogo de forma clínica, viendo al paciente y se confirma a través de una ecografía Doppler.
En cuanto al tratamiento, señaló que hasta el momento “lo que se vio que puede frenar un poco la enfermedad son los inmunosupresores biológicos para disminuir la respuesta inflamatoria que tiene contra el propio cuerpo”.

Hizo notar que esa medicación “son inyecciones de muy alto costo. Hoy en día se calcula que es de aproximadamente entre uno y dos millones de pesos por mes en el caso de tratamientos crónicos, porque dependiendo del fármaco se pueden aplicar cada 15 días, un mes, dos o tres meses”.

Y destacó que, en el caso de la paciente Jara, como en otros pacientes “que son crónicos, no tienen obra social y, sobre todo, son de bajos recursos económicos, el Ministerio de Desarrollo Humano les provee el medicamento, que se solicita a través del servicio social del hospital y que, sin dudas, mejora la calidad de vida e influye en la salud general de estos pacientes”.

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