La legisladora remarcó que la oposición actúa en una “cancha inclinada”, sin garantías mínimas de equidad y sometida a un sistema electoral diseñado para eternizar en el poder al gobernador Gildo Insfrán.

“El diálogo con el oficialismo es prácticamente imposible. Nos cortan el micrófono, nos gritan, nos interrumpen. No hay respeto ni debate de ideas en la Legislatura”, relató Villaggi, quien aseguró que los espacios institucionales están copados por un aparato que no permite el disenso ni la alternancia, pilares básicos de cualquier república.

La diputada explicó que el pedido de intervención federal no está vinculado a un resultado electoral, sino a una violación sistemática del orden republicano. “En Formosa no hay división de poderes. La Corte Suprema ya fue clara: la continuidad de Insfrán es ilegítima e ilegal. No puede volver a ser candidato en 2027, por más maniobras que intenten. Si avanzan sobre ese fallo, la intervención federal será inevitable”, sentenció.

Villaggi cuestionó con firmeza el 70 por ciento de votos que obtuvo el oficialismo: “Ese resultado no representa apoyo popular genuino, sino el producto de un sistema profundamente desigual, donde se hace campaña los 365 días del año con la plata de los formoseños”.

Señaló que los recursos del Estado se utilizan de manera obscena para favorecer al oficialismo: “Reparten carteles por toda la provincia que dicen ‘El Estado te protege’, pero en realidad están haciendo campaña partidaria desde el Estado”.

Además, denunció el adoctrinamiento en las escuelas: “En cuarto grado les entregan manuales a los chicos donde se presenta el modelo formoseño como un hito histórico. Eso no es educación, es propaganda política”.

La legisladora fue más allá al advertir que la pobreza estructural en Formosa no es casual, sino funcional a un modelo de control social. “Cuando una sociedad depende del Estado para todo, es mucho más fácil manipular el voto. El clientelismo en Formosa es violento y cruel. La gente no elige, sobrevive”, denunció.

En el plano político, reconoció que el sistema electoral perjudica a las fuerzas opositoras. “Nuestro sublema metería tres diputados y los libertarios uno. Pero un concejal radical con más votos podría quedar afuera por el sistema que rige. Eso también forma parte de la trampa institucional”, expresó.

Finalmente, Villaggi remarcó que, a pesar de los ataques y amenazas, no piensa retroceder: “En esta campaña viví episodios de violencia verbal muy fuertes, pero me fortalecieron. Si tengo que poner el cuerpo para defender mis derechos, lo voy a hacer. No me van a callar”.