Política
Inaceptable

Otra vez sopa: Insfrán usa las escuelas como escenario de propaganda y defensa de violentos

El gobernador Gildo Insfrán volvió a demostrar que las inauguraciones escolares en Formosa son poco más que una excusa para hacer campaña política y atacar a la oposición. (Dibujo: NOVA)

El gobernador Gildo Insfrán volvió a demostrar que las inauguraciones escolares en Formosa son poco más que una excusa para hacer campaña política y atacar a la oposición.

En lugar de enfocarse en la educación, su discurso estuvo dominado por críticas al gobierno nacional, una insólita defensa de los barrabravas responsables de destrozos y violencia, y la descalificación de sus adversarios políticos.

Durante su intervención, Insfrán condenó la represión en la reciente marcha de jubilados, pero evitó mencionar que los disturbios fueron iniciados por grupos violentos que destrozaron patrulleros y una moto policial.

En un claro respaldo a estos sectores, el gobernador minimizó los incidentes y los justificó como una reacción legítima, sin importar el caos generado.

Además, lanzó ataques contra los legisladores opositores de Formosa, acusándolos de no defender a la provincia y sugiriendo que quienes lo critican "no son formoseños de verdad". Sus declaraciones no solo reflejan una peligrosa concepción antidemocrática del poder, sino que exponen su desprecio por cualquier disidencia.

"Nosotros, desde esta pequeña provincia del norte del país, no podemos permitir que estas cosas se quieran adueñar también con sus socios locales", afirmó, en un intento burdo de deslegitimar a toda la oposición formoseña.

El gobernador también aprovechó el acto para desestimar las denuncias penales en su contra por corrupción y enriquecimiento ilícito, repitiendo la estrategia de victimización que ya ha utilizado en otras ocasiones.

"No me voy a detener a responder esas infundadas denuncias que hacen en Comodoro Py, bueno, por donde quieran. No importa, estos son espuma", dijo, con la soberbia de quien se cree intocable.

Pero lo más preocupante es que, una vez más, Insfrán convirtió un evento educativo en una plataforma de adoctrinamiento político. En Formosa, las escuelas han dejado de ser espacios de formación para convertirse en tribunas de propaganda oficialista, donde el gobernador impone su discurso sin permitir el más mínimo espacio para la pluralidad.

Mientras tanto, la realidad educativa de la provincia sigue siendo alarmante. Numerosas escuelas presentan deficiencias edilicias, los docentes carecen de recursos adecuados y el debate sobre políticas educativas inclusivas y de calidad brilla por su ausencia.

El acto en la EPEP 158 fue otro ejemplo del cinismo de Insfrán: en lugar de hablar de educación, utilizó la inauguración de una escuela para defender barrabravas, atacar a sus opositores y minimizar las graves denuncias en su contra.

La educación en Formosa sigue siendo utilizada como herramienta de manipulación, mientras los problemas estructurales del sistema educativo permanecen sin solución.

Lectores: 276

Envianos tu comentario

Nombre:
Correo electrónico :
Comentario: