Política
Balearon un camión que llevaba agua

Modelo Formoseño: jueces amigos, policías matones y "al que acompaña todo, al que está en contra, nada"

Sonrisa. Bajo las órdenes de Gildo Insfrán, el engranaje del Modelo Formoseño se desarrolla con plenitud. (Dibujo: NOVA)

El sábado pasado se dio una situación muy extraña en la zona de Las Lomitas. Un hombre y su asistente a bordo de un camión, pasaron por la ruta provincial 28 cerca de las 3 de la mañana, y ante el pedido de detención de un control policial, lo eludieron y buscaron un desvío. Según la Policía de Formosa, en palabras de su Jefe, Walter Arroyo, esto sucedió así.

El camión llegó así a otro control que se montó ad hoc por la situación que se había dado unos kilómetros antes, entonces, al frenar, hubo un intercambio entre el hombre que conducía y un suboficial de apellido Salinas, que le pidió los papeles y le preguntó si tenía la RTO. Al corroborar que el hombre no tenía ese documento al día, éste comenzó a increpar al oficial, y cuestionar el operativo. Todo, muy rutinario, dentro de todo. Sin embargo, y es aquí donde la cuestión toma otro cariz, el propio jefe de la Policía, reconoce que “hubo algo seguramente, que lo obligó al suboficial a efectuar tres disparos” (sic).

No especificó qué fue ese algo, ni tampoco amplió mucho, pero dejó en claro que ante un “insulto”, o “maniobra extraña”, el efectivo hizo los disparos.

Ante este cuadro, el hombre huyó, aún con el vehículo pinchado, y llegó a unos pocos kilómetros ante un campo lindero de la zona, allí, nuevamente, en la entrada de ese campo, llegaron efectivos que lo siguieron con un auto particular, y quisieron detenerlo, pero tanto él como el asistente huyeron.

Esa es la versión que dio la policía, y además, que el hombre, “arremetió” contra un control, diciendo “arremetió” a un sujeto que huyó cuando un efectivo policial, armado, le disparó a su camión.

Llegó Basualdo

Ante este cuadro de situación y ya informado de lo sucedido, llegó el intendente Atilio Basualdo, ya que el campo en cuestión es el suyo, y el camión, dijo, estaba trayendo agua para darle a sus animales.

El intendente tuvo un intercambio con los efectivos que se quedaron custodiando el auto, y según indicaron desde la Policía, la tensión creció al punto que el Jefe Municipal lomitense, “atacó” a uno de ellos, por eso, ahora, tanto los tres efectivos involucrados en los ataques a balazos contra el camión, y él, por agredir a un oficial, están imputados por la jueza amiga del Modelo Formoseño, Gabriela Plazas, en una causa que no deja de ser extraña a todas luces.

Surgen muchas preguntas ante la versión que dio la Policía. ¿Por qué el hombre eludió el control? ¿Qué sucedió realmente en ese segundo retén y que fue ese “algo” que hizo que un policía le disparara no uno, sino tres disparos a las ruedas de un camión cisterna? ¿Y qué pasó con los dos hombres que se escaparon dejando el camión ahí abandonado?

Un auto encontrado

Por otro lado, la diputada provincial, Gabriela Neme, viajó hasta Posta Cambio Zalazar donde estaba el auto usado por los efectivos policiales para el ataque, y corroboró que se trataba de uno perteneciente al jefe de la Policía de Tránsito de esa localidad.

Lo dejaron ahí a la vera de la ruta, expuesto, como un trofeo de impunidad con la que se manejan.

Basualdo está convencido que este procedimiento y el accionar policial tiene todo que ver con su alejamiento político de las ideas de Gildo Insfrán.

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