Política
El ego por las nubes

Mentime que me gusta: Insfrán se proclamó como defensor del pueblo mientras crece el descontento por su gestión

El gobernador Gildo Insfrán encabezó un nuevo acto en el operativo solidario "Por Nuestra Gente, Todo".

El gobernador Gildo Insfrán protagonizó un nuevo acto en el operativo solidario "Por Nuestra Gente, Todo", utilizando el evento como plataforma para reafirmar su control político y atacar a opositores, pero sin reconocer los profundos cuestionamientos a su gestión. 

En un discurso cargado de autocomplacencia, Insfrán se proclamó como el único representante legítimo del pueblo formoseño: “Tengo un solo mandante y es el pueblo de Formosa”, aseguró, omitiendo mencionar las acusaciones de clientelismo político que han marcado su extensa permanencia en el poder, que ya supera las tres décadas. 

Durante el acto realizado en la EPES 10 del barrio San Francisco, el gobernador anunció obras viales y entregó títulos de propiedad, una práctica habitual en su administración vista por muchos como una herramienta para mantener su red de control político a través de beneficios estatales. Las críticas apuntan a que estas acciones están lejos de resolver los problemas estructurales de la provincia, como la falta de empleo genuino y la dependencia de los recursos nacionales. 

Ataques a la oposición y desvío de responsabilidades

Insfrán no escatimó críticas contra el Gobierno nacional y el presidente Javier Milei. En una clara estrategia para desviar la atención de los problemas locales, cargó contra los "tarifazos" de la energía eléctrica, culpando exclusivamente a las políticas nacionales y desligando a su administración de responsabilidad alguna. Sin embargo, expertos han señalado que la provincia mantiene un esquema tarifario que, aunque competitivo, no logra amortiguar los efectos de un sistema energético deficiente y dependiente. 

Además, el gobernador arremetió contra los sectores opositores, a quienes calificó de "libertarios disfrazados". En su discurso, lanzó advertencias a quienes dentro de su espacio político intenten distanciarse de su línea: “Les guste o no, yo voy a estar aquí hasta que ustedes me digan”. Esta afirmación refuerza las denuncias sobre su perpetuación en el poder y su resistencia a cualquier alternancia democrática.

Discurso sobre el Mercosur y ataques globales

Insfrán criticó la postura del presidente Milei respecto al Mercosur, calificando sus acciones como “una vergüenza”. Sin embargo, estas declaraciones no logran esconder el aislamiento político y económico en el que la provincia sigue sumida, dependiente de subsidios nacionales y con poca integración al desarrollo regional. 

Mientras Insfrán defiende su continuidad como un mandato popular, el creciente descontento entre los formoseños revela otra realidad. Las críticas sobre su manejo autoritario, su limitada transparencia y las condiciones de vida precarias en la provincia contrastan con su discurso. Aunque el gobernador insiste en que “nunca ocupó un cargo sin la voluntad popular”, opositores y analistas denuncian un sistema electoral cuestionable, sostenido por una estructura que no permite una competencia justa. 

El tiempo dirá si las palabras de Insfrán logran sostener su discurso de legitimidad frente al cansancio de una ciudadanía que busca un cambio real. Por ahora, las promesas y las críticas externas parecen ser el escudo del gobernador para evitar el debate sobre los problemas que aquejan a la provincia.

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