Basualdo fue más allá, y si bien en el país vecino su denuncia no fue la que luego dijo en los medios locales de Formosa y nacionales a nivel argentino, esgrimió que "me vinieron a matar", responsabilizando directamente al gobernador Gildo Insfrán. "Quisieron tirarle un muerto a Paraguay, vinieron por mí, quisieron callarme", dijo el lomitense, enemistado desde el año pasado con Insfrán.

Sobre esto, Brignole hizo una parodia en la puerta de Lapacho Canal 11, un canal estatal, pretendiendo ingresar y, con la participación de los efectivos apostados ahí para resguardar la seguridad, realizó un simulacro de ser retenido por los uniformados y empezó a gritar que "me mandaron a matar, hagan algo, soy un intendente serio por eso me quieren matar".

Más tarde, Brignole aclaró que lo que tiene su par de Lomita es "paranoia, porque siente que cualquier persona que se acerque a él, lo quiere lastimar, y pretende ensuciar a una institución seria como la Policía de Formosa".

Lo cierto es que haciendo que los efectivos de la fuerza pública se presten para esto, no ha sido justamente un favor de Brignole, sino todo lo contrario.

Y por si faltara algo más, la Institución días atrás se apresuró en sacar un comunicado para aclarar lo sucedido con los efectivos que fueron retenidos en Paraguay, diciendo que fueron de paseo en su momento libre, porque estaban de franco, fueron sumariados porque no tenían permiso de salir del país y menos llevarse la moto oficial. Todo muy confuso.

Sin embargo sobre esta cuestión, no dijeron nada. Ni un comunicado informal, nada. Como si no pasó o si fuera normal lo que pasó.