La Policía militante de Gildo Insfrán: justificaron el violento accionar contra una mujer que mostró un cartel

La Policía de Formosa no solo que no está hace rato para defender a los ciudadanos, sino que ahora está dedicada de lleno a amedrentar a las personas que no comulgan con el gildismo y que se atreven a salirse del molde, o intentar salirse por lo menos. Las palabras del Jefe de la Policía de Formosa, el Comisario General Walter Arroyo, dejan mucha tela para cortar.
El sábado pasado, en pleno desfile por el aniversario de la Revolución de Mayo en el Circuito Cinco, una joven enfermera que fue echada a principios de año de su trabajo porque apoyó y votó a Javier Milei, quiso mostrarle un cartel al gobernador Gildo Insfrán que estaba en el palco, interrumpió el desfile cívico-militar y desplegó su afiche con la inscripción: “Señor gobernador, los formoseños necesitamos fuentes de trabajo. ¡Viva la libertad! Personal de Salud echado”.
Sin embargo, fue interceptada por policías de civil y duramente maltratada, la golpearon y pretendieron llevarla detenida a ella, y otra joven de 21 años que la acompañó.
En contacto con un medio oficialista, el Comisario General Arroyo, Jefe de la Policía, justificó el accionar delincuencial de la fuerza, que atacó a una persona y le inventó una causa porque mostró un cartel, diciendo que “los disturbios fueron premeditados y que se trató de un montaje realizado por una diputada (Gabriela Neme) opositora, con el propósito de generar un show mediático” (sic).
Vamos a desglosar la irregularidad gravísima que está aconteciendo aquí: primero, el Jefe de la Policía, una fuerza pública que se supone, debe ser neutral y estar al servicio del pueblo, no se debe involucrar en temas políticos, y referirse a una legisladora como “opositora” u “oficialista”, son servidores públicos y se deben a la gente, no al Gobierno.
En segunda instancia, tanto Arroyo como Juan Bernabé Escobar o el propio Cirilo Bobadilla, de la cúpula policial, figuran como aportantes al Partido Justicialista en Formosa, violando así la ley.
"Antes de que se viera a una mujer con un cartel en el desfile, nosotros ya habíamos hablado con ellos, intentando persuadirlos de que ese no era el lugar adecuado, dado que había muchos niños y podrían ocurrir incidentes mayores", explicó Arroyo.
Y lo más grave es que la Policía mienta.
Arroyo aseguró que el grupo involucrado estuvo filmando y provocando constantemente, lo cual es mentira, porque quienes pudieron ver el vivo que filmó Neme y su equipo, como resguardo de su seguridad y de la gente, es que en todo momento fueron increpados. De hecho, en una secuencia se ve cómo una militante del gildismo, que responde al diputado provincial Hugo “Cacho” García, intercepta a una integrante del equipo de Neme, le arranca violentamente el micrófono del celular ante la atenta mirada de un efectivo policial que, lejos de intervenir, deja hacer; y amenaza con tomar medidas en contra de los agredidos.
Finalmente, una mujer apareció con un cartel en el desfile, pero no fue detenida inmediatamente; en cambio, fue retirada del lugar. A pesar de ello, insistieron en reingresar, lo que resultó en una agresión hacia una agente femenina de la policía, lo que también es mentira, según informó la diputada Neme y que se pudo observar en el vídeo en vivo de Facebook, nunca se ve agresión alguna de la gente de la diputada ni tampoco de la mujer que mostró el cartel ante Insfrán, y sin embargo, lo que se dijo, es que una de las agentes, se arrojó a una cuneta, se embarró y argumentó luego que fue golpeada por los manifestantes.
Lo que sí es verdad que la Policía de Gildo Insfrán acumula muchos antecedentes negativos de un tiempo a esta parte, sin contar el trabajo sucio que hizo en pandemia, persiguiendo, espiando y maltratando a la ciudadanía como si fueran los peores delincuentes, que ya nada sorprende a estas alturas.
A la mujer que mostró un cartel le hicieron una causa por “disturbio en la vía pública y atentado, y por resistencia a la autoridad y lesiones”.
Si no estás de acuerdo con el régimen, te amedrentan, te golpean y te inventan causas para aleccionar. Así funciona la gildocracia.