Con casi 30 años en el poder, Insfrán busca conservar el dominio de una provincia donde el 70 por ciento de los sublemas lleva su sello. El oficialismo formoseño intentará copar la Convención Constituyente que definirá si se valida o no la reelección indefinida, ya declarada inconstitucional por la Corte Suprema.

Mientras miles de carteles azules inundan la capital, la oposición denuncia abuso de poder, clientelismo y violencia. El senador Francisco Paoltroni, principal rival, cerró su campaña a caballo y enarbolando el fallo de la Corte. Fue acompañado por Agostina Villaggi, quien días antes fue agredida por militantes oficialistas.

Aunque la calle parece indiferente y el ausentismo preocupa, el aparato político y económico de Insfrán sigue aceitado. Incluso en los barrios más humildes, donde nadie tiene escritura, la boleta oficialista aparece en todos los rincones. Formosa vota este domingo y el gobernador va por todo, incluso contra la Constitución.