El gobernador chaqueño Leandro Zdero fue designado presidente pro témpore del bloque, en reemplazo del correntino Gustavo Valdés, y estuvo acompañado por sus pares Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y el vicegobernador de Misiones, Lucas Romero Spinelli.

La silla vacía de Formosa fue una señal elocuente: mientras las provincias pelean por más federalismo, Insfrán opta por el aislamiento, como si los problemas del norte no fueran también los suyos.

Uno de los ejes principales fue el futuro de la Hidrovía Paraná-Paraguay. Los mandatarios celebraron que Nación los haya convocado a participar en la elaboración del pliego de licitación y acordaron conformar una mesa técnica regional para garantizar que esta arteria estratégica sea gestionada con criterio federal.

También avanzaron en medidas de conservación como una licencia única de pesca y un protocolo común de veda y fiscalización.

El capítulo energético dejó un mensaje contundente: los gobernadores impulsarán una tarifa eléctrica diferencial para el verano, en línea con el régimen de zona fría vigente en el sur para el gas.

“No pedimos privilegios, pedimos igualdad de oportunidades. El norte sigue esperando gas natural mientras otras regiones avanzan con la industrialización”, expresó Valdés en el cierre de su gestión.

La crítica a la gestión nacional también estuvo presente. Frigerio denunció que las provincias cargan con responsabilidades que no son acompañadas con recursos: “Nunca antes tuvimos que asumir tanto con tan poco”. Pullaro, en tanto, apuntó al centralismo porteño: “Es hora de discutir poder político en serio. El federalismo debe dejar de ser una palabra vacía”.

El evento se realizó durante la “Ronda de Negocios N°3: Litoral + Paraguay + Brasil”, con presencia de empresarios y funcionarios de los tres países, y contó con la participación del titular de la CAME, Ricardo Diab, y el secretario general del CFI, Ignacio Lamothe.

En paralelo, trascendió que Córdoba podría sumarse al bloque, una señal de que el frente regional podría ampliarse en los próximos meses.

Pero mientras las provincias se organizan para hacer valer sus reclamos, el silencio y la inacción de Insfrán refuerzan la imagen de un dirigente que hace tiempo dejó de defender los intereses del norte y que, en momentos decisivos, prefiere borrarse antes que pelear por los derechos de su gente.