Insfrán se hunde en las encuestas: su imagen cae por debajo del 50 por ciento por primera vez en décadas

La última edición del ranking nacional de gobernadores e intendentes elaborado por CB Consultora Opinión Pública y difundido por el diario Clarín expuso con crudeza una realidad política que ya no puede maquillarse en la provincia: Gildo Insfrán, gobernador desde hace más de 25 años, se desplomó en la percepción ciudadana y quedó, por primera vez desde que se realiza este relevamiento, con más imagen negativa que positiva.
Según los datos obtenidos entre el 1 y el 4 de mayo, en una muestra de entre 621 y 887 personas por provincia (con un margen de error de entre 3 y 4 por ciento), Insfrán registró un magro 45,3 por ciento de imagen positiva frente a un 52 por ciento de imagen negativa. Así, pasó a integrar el lote de los cuatro mandatarios provinciales con peor imagen del país, superando solo a Ricardo Quintela (La Rioja), Axel Kicillof (Buenos Aires) y Alberto Weretilneck (Río Negro).
Insfran es un sr feudal, autoritario y la gente lo vota porque es burra
— InMauro (@MauARda) May 7, 2025
Ya quisieramos https://t.co/ErHtVicuMG pic.twitter.com/Zd4MXSaBCD
El contraste más contundente se da dentro de su propia provincia: el intendente de la ciudad de Formosa, Jorge Jofré, figura entre los seis jefes comunales con mejor imagen del país. Obtuvo un 57 por ciento de valoración positiva contra un 38 por ciento de imagen negativa, posicionándose sexto a nivel nacional y marcando una tendencia de crecimiento sostenido durante mayo, de acuerdo al mismo estudio, basado en entrevistas a entre 325 y 447 vecinos por municipio.
El derrumbe de la imagen del gobernador, que supo blindarse durante décadas mediante un aparato estatal omnipresente y un sistema electoral que impide una competencia justa, evidencia una pérdida de respaldo popular que ya ni las encuestas alineadas al oficialismo pueden disimular. Aun así, por la vigencia de la Ley de Lemas, tanto Insfrán como Jofré suman votos bajo el mismo paraguas político, distorsionando la verdadera voluntad ciudadana y postergando cualquier posibilidad concreta de alternancia democrática en la provincia.
Mientras el gobernador atraviesa el momento más bajo de su extensa gestión, y su círculo íntimo se muestra cada vez más dividido, Jofré capitaliza el descontento creciente de la población y se posiciona como una figura de recambio dentro del propio oficialismo. Sin embargo, el entramado institucional que sostiene a Insfrán impide que esa renovación se exprese en las urnas de manera directa.