
Mientras se escriben estas líneas, se cumplen una semana desde que la vida de Germán Malkiewiez cambió para siempre. Un fuck you (sacar el dedo del medio) al gobernador Gildo Insfrán le costó la prisión, y una situación de “desaparecido” temporalmente, porque si nadie sabe de tu paradero, aunque sea por cuestión de horas, se considera como tal.
Es lo que refirió su hermana, Celeste, quien contó que se enteró que su hermano estaba detenido porque lo vio en las redes sociales. En fin, el Modelo y sus formas.
El relato de Germán indica que el joven de 27 años se encontraba transitando en su moto y al llegar a un semáforo se cruzó con un hombre que iba en su motocicleta junto a tres menores, todos sin casco y bajo el rayo del sol.
Entonces, de repente arriba una camioneta que se posiciona al lado, y al verla, Germán observa que en el vehículo iba nada más y nada menos que el gobernador Gildo Insfrán. El enojo que le produjo esa situación de “desigualdad social”, motivó a que el joven hiciera el polémico gesto. Un fuck you.
Esto, siempre contado por el joven, terminó allí. Al menos para él. Pero lo cierto es que, de repente percibió que una camioneta la empezó a seguir y un automóvil lo encerró a pocas cuadras, varios hombres que no se identificaron, lo bajaron de la moto a golpes, y empezaron a darle a tundas sin más.
Entonces el joven pide que le dejen de pegar, y uno de ellos le dice que son la custodia de Insfrán, y que todavía “no te estamos pegando eh, no sabés lo que te espera”.
Al muchacho lo golpearon y llegaron hasta el punto de casi desmayarlo, cuando arribó la Policía y ante la mirada atónita de los vecinos curiosos que empezaron a sacar fotos y filmar, uno de los hombres de la seguridad del gobernador, les ordenó retirarse y borrar todo. Por supuesto, que no le hicieron caso. Gracias a eso, las imágenes trascendieron.
Germán fue llevado a la Comisaría Cuarta de la ciudad de Formosa, en el barrio Dos de Abril y luego, con el correr de las horas, trasladado a la Comisaría Octava en el sector sur de la ciudad, en el barrio La Nueva Formosa.
Hasta ese momento, nadie, absolutamente nadie de la Policía se comunicó con la familia del muchacho, incomunicado porque había dejado su celular en la casa ya que salió a buscar una garrafa de gas. Fue la hermana de Germán, Celeste, la que contó esta versión de los hechos, de que a su hermano lo encontraron gracias a las redes sociales que dieron cuenta del hecho.
La versión de la Policía
No vamos a ahondar en lo que significa la figura del jefe de la Policía de Formosa, Walter Arroyo, pero el comunicado que dio la fuerza de seguridad, le dio un giro al hecho.
Según el comunicado, el hombre no le hizo un fuck you a Gildo, sino que había empezado a gritarle, a increparlo de manera violenta y que, cuando la camioneta aceleró para dejarlo atrás, éste los persiguió, y cuando los alcanzó de nuevo, les hizo un gesto emulando un pistola (lo que puede considerarse claramente una amenaza mucho más grave), por eso, como esto representaba realmente una situación de hostigamiento grave, el accionar de la seguridad del gobernador, tuvo que actuar al respecto.
La carátula que le labraron al hombre fue de “amenazas, atentado y resistencia contra la autoridad” (raro que haya resistencia si el joven fue molido a golpes), y estuvo más de 48 horas detenido, desde el sábado al mediodía hasta cerca de las 21 horas del día lunes, cuando obtuvo su excarcelación.
Germán, no volverá a tener una vida normal de ahora en más. Ha sido amenazado y ya sabe que en la provincia, en su provincia, será considerado un paria.
Caranchismo político
Hay que destacar la labor del equipo de abogados de Malkiewiez, Sebastián Montoya, Agostina Villaggi y Julieta González, quienes consiguieron que el juez Guillermo Caballero, finalmente, le otorgue la libertad ambulatoria.
Pero con una salvedad, la resolución del juez decía que el muchacho no podría por ningún medio hablar del suceso y permanecer a más de 500 metros del damnificado, es decir, en este caso, de Gildo Insfrán.
No obstante, un abogado explicó que la resolución no decía que Malkiewiez hablara del suceso, lo que no debería hacer es usar los medios para hostigar a Insfrán, o amenazarlo a través de los medios; pero sí podía contarlo, sí podía hablar de lo que le sucedió y contar la versión que le dio a sus abogados. ¿Pero qué hicieron?
Con una convocatoria de “no nos callamos más” y previamente subiendo a sus redes “fuck you no es delito”, lo cual es cierto, convocaron a una rueda de prensa donde Germán iba a contar en primera persona lo que le tocó vivir.
Al llegar, Germán lucía un barbijo negro y no emitió declaraciones. Hablaron sus abogados, tomando un protagonismo innecesario que lo usaron a la víctima para hacer su despegue mediático pensando en su beneficio.
Con la idea de que el barbijo representara una mordaza (¿Y si usaban una mordaza de verdad?) montaron un show triste y ridículo que enojó a la prensa que se sintió bastardeada por un grupito de leguleyos obsesionados con la cámara.