La semana pasada el gremio de la UTA desnudó a todos, el gobernador, el intendente y hasta el propio gerente de la empresa. Una supuesta intención de mostrar buena voluntad señalaba que iban a retomar el servicio (Servicio de Emergencia) y cuando los micros de Crucero del Sur iban a salir a la calle, resultó que todos, absolutamente todos, se quedaron sin combustible y en zonas estratégicas del centro. No en los barrios, no en la cabeceras, en el centro. Raro.
El intendente Jorge Jofré entendió esto como una afrenta directa, pero también quedó desnudo. El hombre que no dijo nada nunca cuando los vecinos se quedaban sin colectivo porque eran utilizados para llevar a sus militantes a los actos partidarios, ahora se mostró molesto porque según él, los gremialistas faltaron a su palabra, al decir que iban a prestar el servicio y luego hicieron este “desplante” a los vecinos.
Quedó desnudo Jofré porque el hacerse el malo ahora no funciona, ya que le ha soltado la mano a la empresa, a los trabajadores, y fue por la fácil: tribunear para que la gente vea que tiene un intendente que golpea la mesa. De repente, apareció el combustible, el que supuestamente no había. Bastaba con que los trabajadores plantaran los coches para que apareciera la plata. Raro.
También quedó desnudo el gerente de la empresa César Aguirre, quien señaló que la empresa está en crisis, que no puede pagar los salarios, no pueden mantener las unidades, y piden un boleto de más de mil pesos para que la empresa funcione, sin embargo, ahora encontraron una solución mágica: que los trabajadores salgan a hacer los recorridos, para “ganarse” el sueldo. Raro. Muy raro. ¿De repente la solución es que los muchachos trabajen? ¿Se terminan los paros entonces? Ahora el boleto subirá o se mantendrá así. Ya está todo solucionado. Pueden los choferes ganar en un día de trabajo lo que necesitan para ganarse su sustento. A la vieja usanza. Raro.
Y por supuesto, quedó al desnudo el gobernador Gildo Insfrán. El tipo que se bajó del bondi urbano, pero mantiene la inversión para el transporte a nivel provincial. Será un mensaje para los vecinos que no lo eligen, como diciéndoles “acá tienen a su intendente, reclámenle a él”, quizás el panorama sería otro si el que ganaba era su candidato fetiche: Ramiro Fernández Patri. Si el intendente era otro, aunque estemos apretados por la crisis y por el leit motiv del Gobierno de “no hay plata”, a lo mejor los fondos aparecían para que Crucero del Sur funcione, pero las cosas no se dieron así, y por ende, el gobernador se bajó del bondi urbano, y quedó desnudo ante la gente de capital, que ya vieron que el lagunense siente un desprecio marcado por los que no lo eligieron.
Lo cierto es que la solución mágica llegó: la razón de ser de hacer los paros, no tiene sentido, porque si no hay plata para pagarles a los choferes, solo deben salir a trabajar y conseguir el dinero, tan sencillo como eso.
Y todo se logró poniendo los colectivos en la calle, parados. Genial. Raro.
Un hito o una vergüenza más del relato
Esta semana también comenzaron a dictarse los cursos de introducción a las carreras de Medicina y Enfermería en la Universidad Provincial de Laguna Blanca, pero con un atenuante no menor, y que para el Gobierno pasó desapercibido. Las clases las dictan enfermeros.
No se sabe si son licenciados o si realmente están preparados, pero hace mucho ruido que en una universidad que ya tiene varios pruritos, porque su creación fue extraña, la gestión de las carreras también está bajo sospecha y sumado a esto, queda preguntarse, si realmente esos profesionales estarán capacitados.
Seguí todas las noticias de NOVA Formosa en Google News
