Cuando la empresa de capitales misioneros, cuyo dueño titular es Julio Koropeski, llegó a Formosa vino con promesas de ser grandiosa, llegaba en un contexto inmejorable, había futuro próspero, según vislumbraron, y nada hacía pensar que la misma gente que le daba la mano, tiempo después le pondría el pie encima.
Cuando Crucero del Sur firmó el pliego de licitación con el que terminó ganando la plaza para ocuparse de las 10 líneas del transporte urbano de pasajeros que dejaba su antecesora San José (Ciudad de Formosa), no le explicaron que debía suspender sus servicios y dejar a la gente en la calle los días que el justicialismo hiciese algún acto masivo, eso sí, les hicieron ver que mientras estaban del lado de ellos, las multas, las infracciones, las denuncias en la Justicia cuando había paro y no prestaban el Servicio de Emergencia, quedarían todas en una nebulosa.
Crucero del Sur, en palabras de su hasta hace no mucho gerente en Formosa, César Aguirre, llegó con la intención de ser una empresa de vanguardia, que la diferenciara enormemente de Ciudad de Formosa, que se fue por la puerta de atrás, debiéndole millones a la Municipalidad (que nunca se sabrá si los han pagado) y quería poner unidades que no solo tuvieran aire acondicionado, sino que contaran con conexión wi-fi…
Hace no mucho, Aguirre se sinceró: “No tengo ni para pagar el combustible de los coches”. Así, repitiendo el cuadro, la historia de su antecesora San José (Ciudad de Formosa), Crucero del Sur se va por la puerta de atrás.
Dos meses sin cobrar el sueldo y con 18 días de paro
Mientras escribimos estas líneas, los trabajadores de Crucero del Sur (240) siguen sin percibir sus salarios, les deben febrero y marzo; y en días, el 10, vencerá en plazo para el pago del nuevo mes, y por eso es que hace 18 días están en la puerta de la empresa, en el sector sur de la ciudad, esperando una respuesta.
La respuesta es la misma: no hay plata. Con el recorte a nivel nacional del subsidio y con el capricho de la Provincia (porque aporta para el sistema de transporte interurbano) de dejar a la capital sin este esencial medio de transporte, la viabilidad de continuar prestando el transporte urbano de pasajeros en la ciudad de Formosa se torna una tarea muy complicada.
Con mucho esfuerzo, según indicó el director de Transporte de la Municipalidad sui generis, Fabián Olivera, el Municipio recortó gastos en otras áreas para poder poner la plata para el combustible de las unidades, y el compromiso de la empresa Crucero del Sur era sacar al menos unos 40 coches, con el fin de que los trabajadores, mediante la recaudación del día, tengan para ir cubriendo lo que se les adeuda.
No obstante, esto no ocurre, la empresa aduce que las unidades no están en condiciones, que no se puede sacar a la calle los coches en ese estado, y que tienen que llevarlos al taller, tardando días, y gastando recursos.
¿Tiene ganas Crucero del Sur de seguir? Hace un tiempo atrás desde NOVA contábamos sobre la reunión entre Koropeski y el intendente Jorge Jofré, donde el empresario le dijo al mandatario municipal que se iban de Formosa, que en 180 días (hoy ya deben ser menos) armarían todo para irse, y que les daban un plazo para acomodar la situación (acomodar la situación es resolver que unos 240 trabajadores se están por quedar en la calle, y que el Municipio les tiene que cobrar a los empresarios lo que corresponde por rescindir el contrato que tienen hasta 2027), pero poco y nada se supo luego de que trascendiera esa información.
A eso, hay que sumar a un auditor que no audita nada, o que fiel a su estilo, como ya lo hizo en otras áreas, no dio la talla: Fabián Cáceres. Desde la oposición denunciaron las reiteradas veces que se le pidieron los informes de sus auditorías y que nunca las mostró, hasta entre los propios concejales del oficialismo hay descontento con su labor.
Y fue el propio Olivera, animado porque se siente ungido por Jofré, quien le habría nombrado a Cáceres como uno de los que “se roban todo” en la Municipalidad y traen perjuicios a la gestión jofreísta.
Cosechando lo que sembraron
Ahora mismo Crucero del Sur está cosechando lo que sembró. Cuando recién vino a la ciudad no tenía pruritos en hacer negocios con el oficialismo, aunque su gerente decía que no sabía hacer política y que no quería meterse en eso, los colectivos siempre se los alquilaba (dejando a la gente sin servicio) al oficialismo, en época de campaña, las lunetas traseras de los coches tenían la foto gigante de Jofré y sus candidatos.
¿Cómo un municipio le iba a cobrar multas a la empresa que lo publicitaba en época de campaña o que le daba los coches cuando había algún acto?
Ahora, la empresa, está en una suerte de abandono total. Ya desde Nación se cortó todo tipo de ayuda para el transporte (a nivel provincias, en CABA y el AMBA siguen y hasta han aumentado), y el Ejecutivo Provincial, que no tiene recursos propios y vive en casi el 90 por ciento de lo que viene por Coparticipación, se quedó sin esa porción de la torta, por ende, también le ha cortado los recursos; a Crucero solamente le queda el Municipio, que aunque puso el dinero para el pago del combustible, no le ofrece otra solución a la empresa que quiere recursos para arreglar las unidades, pagar los salarios a sus empleados y volver a funcionar.
“Siguen esperando algo que no va a suceder, y si ellos no se adaptan a la realidad que tenemos ahora, va a ser difícil continuar”, reconoció José Olmedo, subsecretario de Transporte y Emergencia de la Municipalidad de Formosa hace poco.
Crucero nació para ser pisado. Las manos que en un momento le tendieron puentes para crecer, ahora lo tiraron al suelo y lo están aplastando: Nación, Provincia y Municipio. En el medio quedan los usuarios, que ven cómo se negocia su día a día.